Subimos tranquilamente con una romería de peña por delante bastante considerable.
Los primeros metros de la Walkiria son fáciles pero expuestos, se sube por unas graditas que dan acceso al primer seguro. Desde aquí hay dos opciones: bien tirar hacia la derecha en travesía descendente para llegar a la primera reunión de la vía original, o bien tirar recto en busca de la línea de seguros que hay a lo largo de este gendarme. Elegimos la segunda opción.
Este primer largo tiene unos 50 metros hasta la reunión que se hace en la cima del gendarme (3 parabolts con argollas) y está equipado con parabolts, en algunos puntos algo distanciados y hacia la mitad del primer largo y previo a uno de los “pasos”, hay un buril sobre el que podremos meter una chapa recuperable o bien asegurarnos mediante el cable de un empotrador pequeño.
Metros más arriba llegamos a una fisura por la que se sale hacia la izquierda y en la que es conveniente meter algún cacharro, aunque el siguiente parabolt es visible antes de encalomarse a ella. Desde este “último” parabolt hasta la reunión (unos 10 metros) no hay nada. Cuando estaba en faena, alucinaba al pensar que esta vía fue abierta con cletas.
Cuando fui a coger el juego de empotras para asegurarme al buril de mitad del largo, se me cayó uno de los gordos ¡¡ Cuidado abajooooooooo !! Grite, además de acordarme de todos los apóstoles…Juanma víó donde cayó y lo recuperó, pero no sería el único emportrador en caerse hoy ni Juanma el último en recuperar…
Para que las labores de “búsqueda” sean más fáciles, Juanma dice de hacer reu por encima del diedro, y así evitar que la cuerda le tire a la derecha. Así hago, me subo por el diedro y hago reunión sobre 2 cáncamos.
La segunda reunión de la Walkiria y la laja que hay previa a esta, me quedan como a 15 metros a la derecha y arriba. Una cordada que iba por nuestra derecha va hacia ella, tras realizar la Ziggy Stardust.
Sube primero Juanma. Hace una laaaarrrrrrgaaaaaaaaaa travesía a su izquierda buscando ambos empotras, le voy dando cuerda porque baja unos metros.
…Y….¡¡ …Bingo, he encontrado uno, está levemente enganchado con el cable a un granito..!! Dice Juanma. Le pregunto si vé el otro. Sigue buscando y “…¡¡ aquí está, medio metido en una fisura…!! Ja ja ja. Toda una suerte que no hayan caído.
Uff que dolor de piés llevo eso que he ido quitándome los gatos en cada reu. Joder, el dedo este que tengo malo me está matando. ¿Por dónde bajamos? Por la Valentina, dice Juanma. No me molan mucho los destrepes, pero bueno…
El dolor va más. Laura me dice que me ponga las zapas, pero joder bajando por aquí…No la hago caso. Joder que dolor, no quiero ni morirme ni quedarme vivo, como se suele decir... Echo rayos por la boca, ni Apóstoles, ni Copón bendito me quedan que me cebo con quien ha tomado la decisión de bajar por aquí, las pestes se las lleva Juanma. Laura no dice ni pio, mientras no paro de refunfuñar.
Llegamos a uno de los dos pasos del destrepe. Allí nos cruzamos con el Capitán Trueno, que baja cantando una melodía “tachín tachán” a medida que da los cortos pasos de frente a la pendiente. Nos juntamos también con Asun y los Mañicos, que bajan tras hacer la Hermosilla.
Poco a poco vamos descendiendo. Me pongo las zapatillas y la mala ostia empieza a desaparecer por momentos. Llegamos al diedro de entrada de la Valentina y bajamos sin problemas.
Después de meternos la zampa pal cuerpo y muy a nuestro pesar, nos bajamos hacia el coche Laura, Juanma y yo. El resto bajarán algo más tarde.
Un bonito día de actividad en el que hemos cumplido otro de nuestros sueños: escalar la Walkiria. Las sensaciones han sido increíbles al pasar por parte de la historia de este mítico risco como es El Yelmo, sensaciones que hemos podido compartir con todos los AMIGOS allí presentes.
Volveré a repetirla pero con unos gatos más comodos...más fino de manos...¡¡ y de pico !!...
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