“Cadenas”, ¿las grandes desconocidas?… (Navacerrada+Pedriza Nevada)

Muchos son ya los fines de semana de mala meteorología que nos atesoran, y basta que nos den una probabilidad de estabilidad por mínima que sea o de cierta mejoría, para que arriesguemos en nuestra decisión de finalmente salir al monte.

No es la primera vez que las previsiones fallan y nos llevamos sorpresas, normalmente agradables, pero siempre hay ocasiones como esta última en la que los cambios de última hora en la méteo, nos arrebatan lo que podía haber sido una buena jornada.

Madrugón fue el que nos dimos Laura y yo para estar a las 7:30 en el Pto. Cotos, con deseos de “pinchar” lo que se pudiera, pero ya según iniciamos con el coche la subida al Pto. de Navacerrada, veíamos como cada vez esos deseos cada vez distaban más y más, debido a la copiosa nevada que nos estaba cayendo. “…Está claro que hay que darse la vuelta…” nos decimos Laura y yo.

Justo antes de llegar al Pto. de Navacerrada, decidimos parar para poner las cadenas, no somos los únicos. Estamos a -10º C, con rachas de viento de unos 40/50 kmts por hora, factores que tampoco ayudan mucho para realizar una acción a la que apenas estamos acostumbrados, a pesar de haber practicado antes varias veces, pero claro, no es lo mismo hacerlo en la calle, al sol y en manga corta que aquí, con tres capas, de noche, con guantes, unos dedos que se empiezan a quedar fríos y una “sensación térmica” que hace que los grajos volasen a nivel del suelo…

Damos la vuelta, no me he quedado muy contento de cómo ha quedado la cadena de la rueda derecha, pues no he visto la forma de desliar los eslabones por mucho que lo he intentado. A los 10 minutos y ya buscando un sitio en el que quitarlas por ser todo asfalto y apenas nieve, empezamos a oír un “…clack……….clack………clack…..clack….clack..clack clack”, cada vez más rápido, hasta que un “...gggggggggrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr…..choffffffffffffff !!!...”, nos obliga a parar. “…¡¡ Algo ha petado !!…”.

La cara de gilipollas que se me puso al ver cómo la cadena se había soltado, era peor que la que veo todas las mañanas en el espejo, pues la susodicha a parte de soltarse, se había enganchando y (al lorito que viene curvas...) "arrancado parte del guardabarros de plástico". Señores esto no tiene precio.

Acto seguido, me maldigo a mí mismo y a todos los santos que se me ocurren en primera tacada por no haber podido desliarla correctamente antes de ponerla, pero bueno, ahora había que salir de esta.

Logro quitarla y arrancar completamente a tirones el guardabarros que cuelga, pues con esto colgando no se puede ir por la vida (caras de asombro de los que en coche nos adelantaban a ver a un cazurro tirando a saco del guardabarros de plástico). "...Bueno Diego..." me digo a mí mismo, pues a quitar la otra.
Se supone que para quitarlas hay que seguir el orden inverso a cuando las pones. Empiezo a quitar anclajes hasta que llego al último, que es el primero que pones al fijar las cadenas, pero queda oculto a la vista por estar la rueda girada y quedar abajo y por el interior de la rueda el anclaje a quitar. “…¡¡ Mierda !!…tenía que haber girado la rueda antes de quitar nada, para dejarla en la misma posición en la que he puesto la cadena…, Bueno, tal y que dejo caer el coche un metro y fuera “con la cadena colgando” (ahí está el fallo…) y la quito…”. Dejo caer el coche, y la puXX cadena se ha enganchado al eje del palier. Decido girar la dirección a la izquierda para ver si con más visión puedo desengancharla. Nada, no hay forma. "...¡¡ Joder !!...", un metro marcha atrás a ver si lo deslío. Peor, más enganche. "...¡¡ Cago en diez !!...!, ya no queda otra que quitar la rueda…"

Y así fue, apartados en el carril de bajada en la carretera que sube al Puerto de Navacerrada, nos vimos Laura y yo chalecos amarillos en ristre (lo que faltaba ya hoy es que o se nos llevasen por delante o nos multase la Benemérita), quitando la rueda izquierda con un frío y una mala leche del carajo.

Finalmente y para relajarnos nos bajamos a La Pedriza, donde nos dimos un bucólico paseo bajo la nieve y viendo las caprichosas formaciones de hielo que no estamos acostumbrados a ver por aquí.

Parada en el Refugio Giner. Hoy no está Guzmán, el Guarda, pero ha dejado a buen recaudo a una pareja maravillosa.

Bajada con más y más nieve con algún sobresalto por el hielo del camino y compartiendo experiencias vividas con dos chavalotes que pisan por primera vez estos parajes y a los que horas antes, hemos recomendado la ruta circular al Cancho de los Muertos.

Aquí un vídeo de la Pedriza bajo la nieve, con Laura y sus 5 capas, como Dios !! ;-)

Recomendable darle al play y acto seguido al pause, y una vez se cargue por completo, pulsar de nuevo al play y verlo de tirón:

Consejo: practicar a poner las cadenas con guantes no es tontería. Me resultó más difícil que plantar un tornillo de hielo…El “desenliador” que las “desenlíe” antes de ponerlas, buen “desenliador” será….sino tendrá que hacer de chapista y mecánico….