Domingo 8 Marzo - Splashing in the Pedriza

El domingo decidimos una jornada de pateo tranquila por La Pedriza, abandonando las sendas y caminos más frecuentados para adentrarnos en sus entrañas.

Subida a buen ritmo sin apenas peso en la mochila, pues tan sólo llevábamos algo más que un litro de agua y una docena de pollos hechos filetes empanados, junto al pan correspondiente.

- Laura con el Cocodrilo al fondo –

Pudimos hacer algún bloque de camino, hasta que se me quitaron las ganas tras una caída tonta haciendo el gañan en uno cercano al Collado de la Ventana, pero es que tenía un diedro de dedos…que como para no darle un tiento…No no hay foto del suceso, je je.

Subimos hasta el Collado de la Ventana (1.784 mts). No nos cruzamos con nadie durante toda la subida. El buen tiempo reinante permitía ver incluso la nevada Sierra de Gredos, y las perspectivas de Maliciosa, Bola del Mundo y Cabezas de Hierro parecían poder tocarse con la punta de los dedos debido a la nitidez del ambiente.

- La Maliciosa y Bola del Mundo –

A una altura de 1.200 metros aproximadamente empezamos a pisar nieve, que no nos abandonaría hasta bien llegada la bajada, la cual hicimos por el Collado de la Dehesilla (1.453), tras parar para comer a pié de la Pared de Santillana y continuar por los recónditos parajes de la Bola de Navajuelos, Mataelvicial y demás riscos emblemáticos de la zona cercana al Laberinto.

- La Bola de Navajuelos, un risco más que peculiar a la par de fotogénico -

La nieve hace que prestemos especial atención ya que si a los cortos destrepes le añadimos nieve bastante dura al estar toda esta parte de bajada en sombra, tienes todas las posibilidades de esnafrarte en cuanto menos te los esperes. Eso sí, a modo más dominguero que nunca y con nuestras zapatillas, nos lo pasamos pipa con los pies mojados todo el rato.

- Al fondo el Collado de la Ventana -

El cansancio tras la actividad de ayer se hace notar al llegar al Tolmo, pues los 700 largos metros de desnivel de subida y bajada de hoy no son para menos.

Nuestros "cuerpos" llegaron a Cantocochino, se tomaron un litro de cerveza y unas patatejas fritas, pero "nuestra mente como nuestros sueños, aún siguen ahí arriba".

* * * Espero que siga siendo así por muchos años * * *