Se van notando los tres días de escalar a tope, y si lo unimos al innegable hecho de que ya no somos unos críos y que las recuperaciones se nos van haciendo cada vez un poco más cuesta arriba, no es raro que se nos pase por la cabeza al acostarnos que lo mismo no vamos a estar muy "pallá" después de la tunda que nos hemos marcado en la G.E.D.E, y que lo mismo nos conviene quedarnos descansando e ir luego tranquilamente al sitio con el que hemos quedado con los estupendos Vicent y Marisa.
No nos lo creemos ni nosotros...
Descansando como dios manda...
26 de marzo de 2016
Nos levantamos con la sensación de que, a pesar del cansancio, todavía tenemos pilas, aunque conscientes de que no es plan de meternos en algo demasiado exigente porque llevamos ya tralla y porque hemos quedado a la hora de las personas normales a comer. Tras meditar un rato y darle vueltas a la guía, nos decidimos, tanto por aproximación como cercanía con Altea, por la "Cilber" en el Morro de Toix, pared que ya conocemos de haber hecho el "Espolón Limabán" hace 2 años.
No vamos a hablar de la aproximación porque es la misma que para la G.E.D.E. y la Magical Mystery Tour. Se aparca en la zona alta de la urbanización (eso si, con cuidado de no bloquear la salida de garajes de las viviendas), y en unos 5 minutos se está a pie de vía. Hay que pasar el sector Toix Oeste (que es donde está el Limabán), y a la vuelta se encuentra la vía, señalada al pie con el nombre y los largos (aunque el último tiene una reunión intermedia que no sabemos si es posterior o si siempre ha estado ahí y la gente sube en empalme)
No tiene pérdida.
La vía se encuentra equipada a excepción del largo fácil (L4, III) que está limpio (excepto por un parabolt), por lo que conviene llevar algún friend y/o empotrador para asegurarlo. Tampoco nos vienen mal para reforzar alejes, e incluso para aprender si queremos empezar en el noble arte de la clásica o si llevamos tiempo sin tocar roca y queremos retomar para empresas más arriesgadas.
Material: Aparte del normal de cada uno (casco, arnés, pies de gato, aparatos de asegurar y rapelar) nosotros llevamos cuerdas dobles, cintas largas y aros cosidos, el semáforo de alien junto con el negro y el azul, y un juego de friends hasta el 2. Las reuniones se encuentran equipadas aunque la R3 solo tiene un seguro fijo, con posibilidad de reforzarlo.
Diego alicatándose.
La vía (L1, IV+, 43m) comienza por encima de una gran roca que divide los sectores. Se trata de una placa con multitud de agujeros y agarres buenos, que facilitan la llegada al primer seguro (ojo que aleja). Es un largo de navegar y de fijarse bien por dónde han ido las anteriores cordadas (si en algo es agradecida la caliza, es que se ve enseguida, de tema "roca babosa" ya hablaremos otro día porque no es el caso).
Diego comenzando el primer largo, en donde se ve muy bien la pintada indicando los grados.
Superada la primera "pancita".
Superada la segunda, los dos pasos clave de este largo.
Nunca está de mas ir soltando lastre...
Ya en la reunión, nos damos cuenta de que tenemos un espía....
Buuueeeenaaaaaasssss
Desde que nos hemos puesto en marcha por la mañana, venía pensando en la fisura que da el grado a la vía, porque quiero hacerla yo pero no se que tal voy a ir de fuerzas ni de cabeza, pero como me he visto bien en el anterior largo decido salir.
Este L2 (V+, 15m) sale a izquierdas de la reunión buscando la fisura que cogeremos con mano y pie derechos, mientras el otro lado del cuerpo va en placa rugosa.
Nada más montarme, Diego me da una voz: "¡¡Que vas con las zapatillas de los dos!!!"
Po venga, a entrenar con lastre...
Poco a poco, y sacando las posturitas pedriceras, va saliendo. Jugando y colocando bien los pies, y tirando de cantitos y regletas que no encuentras en granito ni de coña, voy ganando metros. El truco es no empecinarse con la fisura y mirar bien a la izquierda porque la roca es de muy buena calidad y deja poner el pie izquierdo en adherencias de gota de agua.
Se encuentra muy bien protegida con 4 parabolts que, si vamos algo pillados de grado o de fuerzas (no olvidemos que puede ser una muy buena vía de iniciación para compis que no han hecho largos o quieren aprender clásica), se pueden acerar perfectamente.
Abandonamos la fisura para ir hacia la izquierda, siguiendo una pequeña arista hasta la reunión, montada en una buena repisa cómoda, desde donde veremos al segundo.
En unos tres metros, la reunión.
Los dos siguientes largos, (L3, IV, 45m y L4, III, 35m) son mas de transición que otra cosa, con mucha vegetación y pocos seguros fijos; el L4 en concreto solo tiene un parabolt protegiendo la salida de la reunión, pero han pintado unas flechas, en color rojo también, que nos van guiando hacia el pie del diedro del L5.
Diego en el L3
Laura saliendo del único pasito algo comprometido del L4.
Ya a pie del L5 (V+, 15m), encontramos de nuevo el nombre de la vía, y dos números. Aunque en la guía de Rockfax aparece como un solo largo, en realidad son dos, aunque son perfectamente empalmables.
Diego encarando el diedro.
Se trata, sin lugar a dudas, del largo más bonito de la vía.
Diego en su elemento.
El seguro (cómo no) se encuentra un poco alto pero jugando con los agujeros y regletas que nos van saliendo y cerrojando en el diedro con la izquierda, va saliendo solo y no merece la pena pararse a meter nada, aunque es perfectamente posible. Es más, Diego echó en falta el nº 3 para proteger bien la salida, pero al final jugando con una pieza más pequeña consiguió protegerlo a cañón.
Cómo le gusta posar a este chico...
Efectivamente, al salir Diego se encuentra con la reunión y, como vamos bien de hora para ir a comer, decide quedarse ahí y cederme amablemente el último largo.
Ya en este último (L6, IV, 21m) nos damos cuenta de que nos esta entrando uuuuun haaaaaambreeeeeeee... Menos mal que es un largo fácil y equipado con parabolts, con lo que no hay que pararse mucho para proteger.
Fácil y con unas vistas espectaculares desde aquí.
¡¡Otra a la saca!!
Ya solo nos queda recoger los bártulos e ir en busca de los rápeles. Tenemos que ir hacia el este, por la arista. La ruta se encuentra marcada a su salida, con una flecha roja en una piedra (en la foto de arriba, arriba a la derecha, se ve). Es muy fácil y se puede hacer desencordados y en zapatillas, pero si a alguno le da mal rollo, mejor ir en ensamble o incluso a largos, que el guantazo no es ninguna tontería desde aquí arriba.
Tras crestear unos metros, bajamos al collado y desde ahí comenzamos el descenso hasta encontrar la línea de rápeles (uno de 30m, como puede verse en la foto)
Y otro más largo a casi tope de cuerdas.
Os dejamos el mejor croquis que hemos podido encontrar, del blog "caguetas en acción", ¡muchas gracias por publicarlo!
Ya solo nos quedaba adecentarnos un poco, e ir a encadenar lo realmente duro del día ;)
Y con este post, damos por finiquitada Semana Santa. Buen destino para escalar, disfrutar de la gastronomía y de sus gentes, que son de lo mejorcito :)
***BUENAS ESCALADAS***
Esa redactora de moda!!!
ResponderEliminarOtra de las clásicas de la zona, ya no me acordaba mucho y has hecho que rememore toda la vía al completo!! Que bien se te dio el largo que da el grado a la vía, te lo habías podido hacer con otros dos pares de zapatillas más, jajaja!!! Y qué bueno (aunque corto) diedro el de arriba.
Nada mejor que reponer con un paellón como el del día en cuestión, con vistas al mar y con tan grata compañía.
Otra más a la saca y con mi chico favoríto ;)
EliminarCada día mas enamorada de la zona y sus gentes (de sus arroces no digo na que no hace falta). Gracias a Vicent y Marisa por lo bien que lo pasamos después, porque fue la guinda.
En cuanto al largo que da el grado, bueno, a veces solo se trata de confiar en tus fuerzas y en quien tienes al otro lado de las cuerdas. Incluso para cosas tan humildes como esto (anda que no hay gente que hace grado o se mete en "aventuras de las de verdad"), hay que vencer miedos y barreras que nosotros mismos nos ponemos en nuestra cabeza.
Y no sigo porque me pongo pesada jajaja ya haré un post si acaso ;)
Un honor compartir cuerdas (y otras cosas) contigo.