Por Laura.
Compañía, monte, escalada...
Lo he dicho tantas veces que creo que ya aburro a la gente.
Pero cada día que pasa estoy más convencida de este mantra particular, porque
puedes estar haciendo la mejor de las actividades, pero si no estás acompañado
de la compañía adecuada, o no tienes con quién compartirla….
Por eso, cuando nuestros amigos Gema, Víctor, Peter y Javivi
del club Monval nos “tiraron los trastos” para ir al Anayet otra vez, no nos lo
pensamos dos veces. Porque ese finde lo
iba a tener todo. No somos de repetir vías pero siempre es un aliciente volver
a un lugar del que se guarda un buen recuerdo, y si vamos de guías mejor, y si
encima yo voy encabezando largos para que decir más :) Pinchando aquí tenéis el post de la primera vez que la hicimos.
Del numeroso grupo que nos encontramos en el camping de Escarrilla
aproximadamente la mitad íbamos a escalar, el resto se iba hacer la más que
respetable ascensión a los ibones cargados con todo el material y comida para
vivaquear y para subir a las cumbres que rodean el Anayet, así que al madrugar
solo nos encontramos los que íbamos a escalar y una espontanea que nos deseó
buena suerte ;)
Poco a poco vamos aproximándonos, algunos con fuerzas más
que suficientes y otros un poco más rezagados, pero todos con la alegría de ir
juntos y expectantes de la actividad que nos espera. El día es uno de esos
recién estrenados del verano y sabes que tienes horas de luz por delante, y se
puede casi oler en el ambiente que va a ser un día bueno porque lo tienes todo
a tu favor.
A pie de vía comprobamos que tenemos 4 cordadas delante, así
que toca tirar de paciencia y salir cuando se liberan las reuniones, aunque
tenemos que coincidir con la última cordada,
y por cierto muchas gracias chicos porque amablemente se ofrecían a
asegurarnos de sus instalaciones.
Gema en el L1:
De la vía ya hablamos aquí, un recorrido evidente y muy bien protegido de V+ (aunque no
deportivo), que hace las delicias de aquel que busca un grado asequible, metros
en pared y llegada a cumbre (aparte del
pateadón, que antes lo he pintado muy fácil pero aayyy son dos horas a pie de vía
y rompepiernas!).
Laura en el L3 (triedro) que es el que le da el grado a la vía:
Y aquí es cuando
entra en acción la ecuación del principio.
Nos dividimos en tres cordadas de tres: Peter, Javivi y
Víctor, Pedro, David y Sergio, y los
loros con Gema.
Y creo no equivocarme si digo que cada cordada vivió su
propio viaje a través de esta vía, porque cada uno tuvo su propia experiencia.
Y la mía, humilde donde las haya, demostrando que el amor propio y ajeno puede
con todo.
Porque todos somos capaces de tocar el cielo si creemos en
nosotros mismos y dejamos que crean en nosotros.
Alcanzada la cumbre, solo nos queda bajar a recoger las
mochilas y despedirnos con un puntito de envidia… envida que se disipa al ver
esto:
Al día siguiente, volvimos a repetir la en la Aguja del Portalet, de la que también hablamos aquí.
Al día siguiente, volvimos a repetir la en la Aguja del Portalet, de la que también hablamos aquí.
*** Compañía , monte, escalada... En ese orden. Siempre ***
Hello compañero!!
ResponderEliminarViendo las magníficas fotos dan ganas de coger autovía mudejar y subirse "parriba". De momento a seguir currando y ya llegará mi momento. Ah disfrutar.
Saludos desde Montanejos.
Que pasa Javi!!!
EliminarSi puedes sacar algo de tiempo libre y subir antes de que nieve, las vías de por ahí arriba no te defraudarán. Si no puedes pues a ir apuntando y a meterlo en las "pendientes".
A ver si vamos para Montejos este otoño y nos vemos por allí.
Un abrazo.